Con vistas al horizonte

2022 20
- diciembre 2
- noviembre 2
- octubre 1
- septiembre 2
- agosto 1
- julio 2
- junio 2
- mayo 2
- abril 1
- marzo 4
- enero 1
2021 22
- diciembre 1
- noviembre 1
- octubre 1
- septiembre 2
- julio 2
- junio 1
- mayo 3
- abril 2
- marzo 3
- febrero 2
- enero 4
2020 33
- diciembre 2
- noviembre 2
- octubre 3
- septiembre 3
- agosto 2
- julio 3
- junio 3
- mayo 2
- abril 5
- marzo 7
- enero 1
2019 25
- diciembre 4
- noviembre 3
- octubre 3
- septiembre 1
- agosto 2
- julio 3
- junio 1
- mayo 2
- abril 2
- marzo 1
- febrero 2
- enero 1
2018 17
- diciembre 2
- octubre 1
- septiembre 3
- agosto 1
- mayo 1
- abril 2
- marzo 1
- febrero 3
- enero 3
2017 23
2016 16
- diciembre 3
- noviembre 4
- octubre 1
- septiembre 1
- agosto 1
- junio 3
- abril 1
- marzo 1
- febrero 1
2015 12
- diciembre 2
- noviembre 1
- octubre 1
- septiembre 2
- julio 2
- junio 1
- abril 1
- marzo 1
- enero 1
2014 26
- diciembre 2
- noviembre 1
- octubre 2
- septiembre 1
- agosto 4
- junio 2
- mayo 2
- abril 2
- marzo 4
- febrero 2
- enero 4
2013 58
- diciembre 3
- noviembre 5
- octubre 4
- septiembre 8
- agosto 7
- julio 7
- junio 11
- mayo 8
- abril 5

Mostrar más Mostrar menos

Etiquetas

Abdulrazak Gurnah
África
Agafia
Aitana Castaño
Albert Camus
Alberto Manguel
Aldekoa
Alemania
Alessandro Baricco
Alessandro D'Avenia

Alexandre Dumas
Alfonso Armada
Alice Zeniter
Álvaro Enrigue
Amelia B. Edwards
Amelia Tiganus
Amor Towles
Amy Levy
Andersen
Andrés Aberasturi
Anna Gavalda
Anna Kavan
Anne Michaels
aporofobia
Arnold Bennett
Assouline
Audur Ava Olagsdottir; Marco Balzano; Ivan Krastev
Aute
Ayestarán
Balzac
Beatrice Harraden
Beatriz M. Muñoz
Béla Bartok
Benedetti
Bernard Schlink
Biblioburro
Bret Harte
Bruno Alonso
Buchholz
Calvino
capitalismo
Caravaggio
Carmen Posadas
Carolin Emcke
Casciari
Charles Dickens
Charlie Hebdo
Chesterton
chicas del radio
Chukóvskaia
Clarín
Club del Río
Collins
Creotz
Cristina Peri Rossi
Cruz de Lampedusa
cuentos
Daniel Fuchs
Daniel Pennac
David Foenkinos
David Trueba
Delibes
Delphine de Vigan
derechos trabajadores
Didier Lefréve
Drexler
Ediciones Voz de los sin voz
Edith Nesbit
Edsel
Eduardo Halfon
Edurne Portela
El colgajo
Elizabeth Gaskell
Eloi Leclerc
Eloy Moreno
Encuentro y Solidaridad
Éric Vuillard
Erich María Remarque
Erling Kagge
Ester Medina
Ettiy Hillesum
Fabio Volo
Fernando Aramburu
Forian Illies
fotografía
Frances Hodgson Burnett
Frédéric Beigbeder
Gabinete de Curiosidades
Gaël Faye
Galdós
Gandhi
Géraldine Schwarz
Gianni Rodari
Gioconda Belli
Giusuppe Puglisi
Gloria Fuertes
Gógol
Goncharov
Goran Petrovic
Gorki
Goya
Grahame
Guerra y paz
Guillermo Altares
Guillermo Rovirosa
Hakan Günday
Hans Keilson
Harper Lee
Haruki Murakami
Héctor Abad Faciolince
Helen Keller
Henning Mankell
Hermann Melville
Hermann Scheipers
Ignacio Sanz
Ilja Leonard Pfeijffer
Ilsa Barea-Kulcsar
Imre Kertész
inmigración
Iqbal Masih
Irene Lozano
Irene Vallejo
Isaac Rosa
Isabel Coixet
Ismael Kadaré
Ivan Ilich
James Herriot
James Hilton
Javier Gutiérrez Chamorro
Jean-Luc Bannalec
Jella Lepman
Jennifer Egan
Jeroen Oerlemans
Jesús Carrasco
Jiří Weil
Joan Didion
John Berger
Jorge Carrión
José Jiménez Lozano
José Luis Sampedro
José María Nieto
Josep Burgaya
Joseph Loconte
Joseph Ponthus
Juan Goytisolo
Julio Cortázar
Julio Lllamazares
Kapuscinski
Kate Moore
Kazuo Ishiguro
Kenneth Kaunda
Kim Thúy
Korczak
Kressmann Taylor
Kyoichi Katayama
La vuelta al mundo en 12 libros
Lampedusa
Las patronas
Laura Ferrero
Lea Vélez
Lérmontov
Lewis
Lewis Hine
Ligier Richier
literatura rusa
Los miserables
Los viejos creyentes
Lu Xun
Luigi Pirandello
Luis Landero
Luisa Carnés
Ma Jian
manipulación
Manuel Rivas
Manuel Vilas
Marchesa Colombi
Margaret Powell
Margarita Yakovenko
Marie Curie
Marta Peirano
Martha Nussbaum
Martín Descalzo
Martín Gaite
Martín Garzo
Mary Shelley
May Sarton
Maylis de Kerangal
Mayne Reid
Mercè Rodoreda; Ian McEwan; Carlos Ríos; Ella baila sola
Michèle Petit
Miguel Griot
Miguelanxo Prado
Milan Kundera
Mónica Dickens
Montessori
Mother Jones
Muñoz Molina
Natalia Ginzburg
Natalia Sanmartín Fenollera
Nellie Bly
Neonymus
Nikos Kavadias
Nitida Aznárez
Nouwen
noviolencia
Noviolet Bulawayo
Nuccio Ordine
Nuria Pérez
Ólafur Arnalds
Oscar Wilde
Paloma Díaz-Mas
Pardo Bazán
Pasternak
Pau Donés
Pedro Guerra
Penelope Lively
Pérez Andújar
Philippe Claudel
Philippe Lançon
Pietro Bartolo
política
Popovic
Pushkin
Quinto Tulio Cicerón
Radischev
Rafael Narbona
Ray Bradbury
Ray Loriga
refugiados
Rembrandt
Ricarda Huch
Richard Strauss
Rilke
Roberto Fandiño
Rodrigo Garrido Paniagua
Rodrigo Lastra
Rosa Montero
Ryūnosuke Akutagawa
Sanmao
Sara Mesa
Sarah Frier
Segunda Guerra Mundial
Sei Shônagon
Selma Ancira
Sergio del Molino
Seumas O’Kelly
Silberius de Ura
Stefan Zweig
Steinbeck
Stendhal
Susan Sontag
Susana Baca
Tagore
Tamiki Hara
Tatiana Góricheva
Teresa Zarataín
The monuments men
Theodor Kallifatides
Thomas Mann
Thomas Merton
Tíschner
Tolkien
Tolstói
Tomás Moro
trabajo
Trotalibros
Tsvietáieva
Turguéniev
Ullah Khan
Unamuno
uvas de la ira
Vaga Lume
Valeria Luiselli
Van Gogh
Vasili Peskov
Vela Zanetti
Vicente Luís Mora
Victor Catalá
Victor Hugo
Viktor E. Frank
Virginia Woolf
Walt Whitman
Warsahn Shire
Wiesenthal
Will Schwalbe
Xavier Güell
Yuval Noah Harari
Zamiatin
Zola

Mostrar más Mostrar menos

Seguidores

Contacta conmigo

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Entradas populares

Contra Amazon, Jorge Carrión

17 razones en favor de las librerías. Jorge Carrión comienza este libro con su famoso manifiesto contra Amazon, y continua el libro con diversos relatos, entrevistas y viajes por distintas librerías del mundo. Las librerías forman parte de mi vida, de nuestras ciudades, y poco a poco se van transformando, y algunas desapareciendo. Las librerías no sé si desaparecerán en unos años, Carrión nos pone algún ejemplo de cómo se han ido transformando, sobre todo en las grandes ciudades, para no ser sólo contenedores de libros, sino también de reuniones, de compartir momentos, de cafés... Esta más que comprobado y Jorge nos lo recuerda que en los lugares donde hay bibliotecas sube la alfabetización y baja la criminalidad; los adultos encuentran espacios seguros para el diálogo y los niños imaginan futuros que hasta hace muy poco les estaban completamente vedados. De esto Michèle Petit sabe mucho. Tenemos que combatir a Amazon no sólo porque se cargue las librerías de nuestras ciuda

Las lecturas que se han quedado conmigo

Viendo la imagen final de los libros que he seleccionado como mis mejoras lecturas, queda bastante claro que me encanta leer vidas de otros. Disfruté muchísimo con ese canto de amistad que es el libro de Cristina Peri Rossi a su gran amigo Cortázar. Descubrí a Alessandro D´Avenia con El arte de la fragilidad . Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida. Me gusta descubrir a testigos de la vida. Y un testigo ha sido Philippe Lançon con El colgajo . ¿Cómo se puede sentir gratitud después de haber sufrido un atentado? Pues se puede. Igual de Delphine de Vigan siente un amor tan profundo hacia su madre, a pesar de la infancia que la hizo pasar. Sanmao también nos cuenta el pozo oscuro en el que cayó después de la muerte de su marido. No consiguió salir de él. Leer la vida de los demás te hace poner en perspectiva la tuya. Leer a Ayestarán y su Jerusalén, santa y cautiva, te hace conocer una ciudad testigo de tanto sufrimiento. Con Los silencios de la libertad

Todas las criaturas grandes y pequeñas, James Herriot

Hoy viajamos a la Inglaterra de 1939 de la mano de James Herriot. Un libro fabuloso para comenzar el año, en el que conocemos a un joven veterinario que acaba de licenciarse y que comienza su labor como veterinario rural. Es un libro en el que sobre todo respiramos el amor a la naturaleza, a los animales; un canto a la vida sencilla, a la amistad, un placer de lectura. Primero conocí la serie, que nos encantó a toda la familia. Y después busqué el libro, que debe de estar descatalogado, pero que tuve la suerte de encontrarlo en la biblioteca de mi ciudad. Os animo a ver la serie y a leer este libro. Es bastante largo pero se lee muy bien. El blog de Las Inquilinas de Netherfield tiene una reseña estupenda de este libro. Pasaros por allí y os acabarán de convencer.

Luigi Pirandello

Hace ya un mes que me fui de Francia. Mi siguiente parada ha sido Italia. Si en Francia estuve en París de la mano de Zola, aquí en Italia he estado en Sicilia, con Luigi Pirandello. Pirandello no ha hecho más que contarme historias, historias de todo tipo desde relatos breves como El mantón negro, El viaje..., novelas como El difunto Matías Pascal, Cuadernos de Serafino Gubbio y teatro. En todas las obras de Pirandello he descubierto un tema que parece que le rondaba mucho en la cabeza. Cada uno de nosotros somos muchos en realidad. Depende de quién nos mire, dónde estemos... Es un tema que sale en su novela de Matías, en su obra más conocida Seis personajes en busca de un autor, en Enrique IV, Así es, Cada cual a su manera... Y parece que una de sus últimas novelas también fue de este tema. Uno, ninguno, cien mil. En algún momento volveré a Pirandello. Pirandello fue criticado por su teatro experimental, con actores que salían del público, con actores que no estaban solo en el esce

The Game, Alessandro Barico

Entre nuestro móvil y el futbolin de los bares hay una línea muy fina que los une. Leer The Game es leer la historia de internet, y depende de la edad que tengas podrás redescubrir muchos de los pasos que se dieron hace algunos años cuando todo parecía inocente. Voy a empezar por la conclusión. Tenemos que aprender a vivir en el Game. ¿Y qué es el Game diréis? Primero fue el futbolín, después las maquinas de bolas o también conocidas como millón o pinballs, y después las maquinas de matar marcianitos. Años después los smartphones, donde todo es presentado como un juego. Todo es fácil y sencillo. Pero debajo de esa capa superficial y bonita que vemos hay todo un sistema complicado de entender. The Game. "Se trataba de inventar cosas cuyo desarrollo es infinito porque han sido pensados para contenerlo todo." Los objetos de antes no construían ninguna teoría sobre el mundo, establecían una práctica del mundo. Eran cosas, no ideas. Objetos. Herramientas. El teléfono servía pa

De viaje por Asia

El viaje por Egipto me dejo agotada y he tardado en retomar el viaje. He llegado a la India de la mano de Rabindranath Tagore. Tagore me ha dado la tranquilidad y serenidad que necesitaba y esta vez os traigo dos paradas. India y China. Tagore es una persona muy conocida, ganador del Nobel en 1913, pero tengo la sensación que hoy por hoy no es muy leído. Sus libros están cargados de lirismo. De lo leído el que más me ha gustado ha sido El cartero de rey. Amal es el protagonista de la historia, un niño huérfano que vive con sus tíos y que debido a una enfermedad se tiene que quedar metido en casa. Se entretiene mirando por la ventana y hablando con todo el que pasa. Para todos tiene una palabra de alabanza a la tarea que hacen, todos pasan un poco amargados por su situación o su trabajo, pero Amal consigue ver lo bueno. Estoy segura que todos alguna vez en la vida necesitamos un Amal, una persona que amablemente, con cariño y con admiración nos diga lo bueno de nuestro trabajo

El siglo del destierro

"La única esperanza que nos queda ahora es hacer de toda la tierra el centro. Sólo la solidaridad mundial puede trascender el desarraigo moderno. La necesidad sin fin de solidaridad." John Berger, Páginas de la herida En mi cabeza se relacionan lecturas. El Gatopardo, esa historia ambientada en la Sicilia de 1860, el final de una época. La famosa frase que dice uno de sus personajes, "Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie." Su autor, Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Lampedusa. Esa isla pequeñita, con sus costas testigos de tantos naufragios, de tantas muertes anónimas de personas que buscan una vida mejor. Una vida mejor. Como la familia de la protagonista de Desencajada. También buscan una vida mejor. Desde otra parte del mundo. Ucrania. El suelo más rico del mundo, el granero de Europa. Desencajada, de Margaryta Yakovenko. Decía John Berger, al que siempre vuelvo, que "este siglo, con toda su riqueza, con todos sus sistemas de co

Carta de un soldado en las trincheras

En vísperas de Navidad os traigo una carta de Frederick W. Heath que narra la tregua que hubo durante Navidad en la Primera Guerra Mundial. “La noche acaeció temprano – las sombras fantasmales que se aparecen en las trincheras vinieron a acompañarnos mientras nos poníamos en atención. Bajo una luna pálida, uno podía apenas ver la cuesta parecida a una tumba que marcaba las trincheras alemanas a doscientas yardas de distancia. El fuego en las líneas inglesas se había acallado, y sólo el chapoteo de las empapadas botas en el meloso barro, las órdenes susurradas de los oficiales y de los “NCO”s, y el gemido del viento rompía el silencio de la noche. La Nochebuena de los soldados había llegado por fin, y era apenas el momento o el lugar para sentirse uno agradecido por eso. “Los recuerdos en su santuario nos mantenía en un trance de silencio entristecido. Allá en algún lugar en Inglaterra, los fuegos ardían en cuartos acogedores; en mi imaginación oí risas y las mil mel

Con la tecnología de Blogger